DOCUMENTAL | Saltos del Guairá

 Hilo de Twitter @DanGamboaB

Imagina que un día, la humanidad decida destruir las Cataratas del Niagara. Sería un escándalo, ¿no?
Pues bien, estos son los Saltos del Guairá. O mejor eran, porque ya no existen.

En la frontera entre Brasil y Paraguay existían 18 saltos de agua que reunían el doble de volumen que las cataratas del Niágara o doce veces más que las cataratas Victoria. Las cataratas con más caudal del mundo.
Eran los Saltos del Guairá.

VER MÁS DESPUÉS DEL SALTO

En este punto, el Río Paraná era forzado a bajar por un angosto cañón, pasando de un ancho de unos 381 metros a apenas 61. Sobrevivió miles de años, hasta que llegaron los pobladores a asombrarse por su belleza. Los saltos del Guairá eran una visita turística casi fija, donde puentes colgantes pasaban de un lado al otro entre las peñas y los turistas no quedaban sino estupefactos ante la fuerza.

Y es que en el mapa, Iguazú y Guairá estaban relativamente cerca haciendo juntas el conjunto de cataratas más impresionante del mundo, del único mundo que tenemos.
Entonces, ¿qué pasó?

Los Saltos del Guairá habían sido motivo de disputa entre Brasil y Paraguay por mucho tiempo. Paraguay defendía la soberanía absoluta y Brasil tenía reclamaciones sobre el lugar, todo por una cosa: su caudal.

Si eran las más caudalosas del mundo, entonces tanta fuerza iba a producir energía. Brasil es un país muy grande. Entonces, tras décadas retardando la demarcación, en 1972 se propone compartir su soberanía. Un año después, se firmó un acuerdo entre los países para construir una represa hidroeléctrica conjunta: Itaipú.
Esta requería inundar una gran cantidad de terreno.

Turistas y vecinos se dieron cita para visitar los Saltos del Guairá por última vez. El 13 de octubre de 1982, ya finalizada la represa, el cierre de las compuertas comenzó a inundar una de las más grandes maravillas naturales del mundo.

En tan solo 14 días los Saltos del Guairá habían desaparecido para siempre. Todo lo que ven en estas fotos está ahora bajo el agua.

Ahora todo lo que queda es este “monumento” en el poblado Salto de Guairá en Paraguay.
Una pequeña fuente, -sin agua para más ironía-, con siete fotografías descoloridas de lo que fue esta maravilla.
Más que un monumento, parece una lápida.

Pensar que esto sucedió apenas en 1982. El año del un Mundial de Fútbol de naranjito, donde se libró la Guerra de las Malvinas o se estrenó la película "E.T."

Pero donde nadie nos ha dicho que se enteraron los saltos de agua más caudalosos que han existido desde que se tenga registro: los Saltos del Guairá.
Sobrevivir miles de años y morir ayer.


No hay comentarios.: