Un no caminante buscando “sportster electric” en Google

No sé cuántas veces he buscado durante años esta fórmula en el buscador, consiguiendo las mismas páginas y acudiendo con ansia a cliclear en cada link familiar y también en los nuevos que parecen aportar mayor información.
¿De qué se trata este encuentro particular en el que muestro tanto interés? Se llama sportster electric, es uno de los objetos más maravillosos con los que me he topado en la red… pero para que me entiendan mejor les explico mis circunstancias.
Verán, y debo aclarar esto, soy un “no caminante”; acuñé este término luego de la gran variedad de denominaciones que intentan describir mi condición física, pero ninguna de tales denominaciones me agrada, no me gusta que digan que soy alguno de los que menciono a continuación (en el orden cronológico de su aparición en la historia): inútil, inválido, paralítico, minusválido (y las más recientes) discapacitado y persona con necesidades especiales. ¡Qué odioso resulta que a uno lo metan en el mismo paquete! Es decir, cuando se habla de discapacitados, o personas con necesidades especiales, se refieren a: cojos, mochos, mancos, sordos, ciegos, mudos, retrasados mentales (disculpen si no es la expresión correcta), disléxicos, bizcos, tuertos, tartamudos, gagos, chingos, y aquellos que no “ponuncian da ede ni da ede” (no pronuncian la ere ni la ele), pero la gran verdad, LA ÚNICA Y GRAN VERDAD, es que cada uno pertenece a un tipo de individuo distinto, con necesidades distintas, con formas de sobrevivir distintas, es decir: somos distintos entre nosotros, tratando de hacer el esfuerzo doble y triple para ser como aquellos que no tienen esas “necesidades especiales”… de modo que yo, POR LO MENOS YO, no pertenezco a ese grupo que ha sido conglomerado en el término discapacitado, yo soy un “no caminante”.
(Respiro hondo, medito, suelto un suspiro y continúo diciendo) Como mencioné, en incontables ocasiones he ojeado las páginas que en Google encuentro que se refieren al “sportster electric”, y he llegado a saber cuánto cuesta, dónde lo venden, quién lo fabrica, tamaños, colores, modelos y variables de este maravilloso aparato... bueno… también cuando busco imágenes de él, me he conseguido con otros artículos que no parecen tener relación con el susodicho, tales como avioncitos a escala y otros, así que me puse a profundizar en los posibles sinónimos para hacer una búsqueda más exhaustiva y me he encontrado con palabras como “wheelshair”, “scooter electric” y la última descubierta: “invacare”; y gracias a esta variedad de denominaciones he encontrado lugares maravillosos con aparatos para los no caminantes: sillas de ruedas para todos los gustos, herramientas para todas las actividades cotidianas, dispositivos que hacen más fácil nuestra vida… es como cuando un niño entra en una juguetería de esas que tienen de todo, o cuando alguien escribe en el navegador http://www.tucarro.com/, escoge el país de su preferencia, la marca que más le gusta y el modelo que quiere de ese automóvil que sueña con tener… pero ¡oh no! Qué impotencia tan grande se siente cuando después de leer todas las características tan interesantes del objeto preciado uno se encuentra con la piedra de tranca llamada: Precio… y sacamos la cuenta, vemos nuestros ingresos mensuales y decimos para nosotros mismos, esbozando una de esas sonrisas emanadas de la triste ironía: “este perol cuesta en bolívares algo así como 11 millones, si reúno 25 mil semanal, entonces en 440 semanas, es decir, en 110 meses, o mejor dicho, en 9.1 años tendré el dinero suficiente para comprarlo”.
Bueno… de todas formas lo que me anima es saber que existe y tiene un precio… mientras, seguiré viendo mi sportster electric y las demás opciones en los link e imágenes de Google. Disfruten ustedes también buscándolo o simplemente miren la foto que tuve a bien incluir para ustedes.
Consiga su sportster electric aquí: http://www.allwebscooters.com/wc_sportster.asp

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